La Fuerza Y Mi Abuela

Poco a poco me acerco a la puerta de vidrio del supermercado, levanto mi mano sutilmente para que nadie se percate del ademán que realizo, la muevo de lado a lado y veo como la puerta se desliza horizontalmente; por un momento me siento un Jedi, entro y reitero en mi mente lo que todo el que me conozca sabe: que tengo 33 años y soy fan de STAR WARS.

Porque solo un fan, trata de imitar la voz asmática de Vader, el gruñido chillón de Chewbacca, le suena R2D2 cuando le entra un mail al celular, entiende cualquier chiste creado en torno a la frase “estos no son los androides que buscamos”, los cuadros colgados en su apartamento son afiches de las películas, se toma la molestia de hacer sus propias carcasas para celular por que no se encuentran en este país alejado del anillo exterior y además su primera fantasía sexual la vivió al ver a la Princesa Leia acostada a los pies de Jabba the Hutt.

Conozco muchos fans que superan los 30 años, otros tantos de 20 y un número creciente de adolescentes. Muchas veces he realizado la pregunta: ¿cómo te comenzó el gusto por la saga galáctica más exitosa de todos los tiempos? (no voy a discutir pero solo necesitó 3 películas para ser lo que es, no temporada tras temporadas de series en diferentes generaciones, no voy a entrar en esa discusión, aunque ya lancé la primera piedra).

Al volver al pasado trato de recordar en que momento quise comenzar a parecerme a Vader y llego hasta cuando me sentaba a leer ese libro ilustrado de Star Wars que no sé cómo llegó a mis mano con mi abuela; créanlo o no, primero leí el libro y luego vi la película, y peor aún no sabía que existían dos películas más.

Fue una sorpresa un día en la noche estando enfermo de paperas ver que en la tv pasaban a ese robot dorado molesto y criticón, y adivinen con quien estaba, si con mi abuela, por eso creo que mi vínculo con Star Wars es más emocional que otra cosa.

Por distintas circunstancias fue una época difícil por lo que no tenía forma de tener un juguete u otro ítem, además porque en Colombia, como saben, no se encontraban muy la mano esos artículos; es por eso que ahora busco como darle gusto al niño interno y me he propuesto armar una colección decente de LEGO STAR WARS (aunque mi esposa todavía me abre los ojos cuando escucha cuanto cuesta la Estrella de la Muerte en Lego).

Me perdonaran los Sith si les parece esto muy cursi o emocional y los Jedis mis apegos, pero creo que si todos hacemos el ejercicio mental de buscar en nuestra memoria en que momento entendimos el significado de “May The Force Be With You” encontraremos algo especial que nos hará sonreír.

Solo quería hacer este ejercicio alejándome un poco de las discusiones sobre J.J. Abrams, Star Trek, Disney, etc, etc, etc, ya que a veces perdemos de vista que esto se trata de disfrutar y vivir eso que nos apasiona, nos aleja de la cruel realidad por unas horas entre las letras amarillas del inicio de cada película y la fanfarria final que nos deja con esa buena sensación de que el bien siempre ganará, ahora los dejo tengo que ir a hacer una vuelta en una galaxia muy, muy lejana ………….

Y si usted entiende a qué me refiero, entonces es medio ñoño como yo.562999_10200240565712117_664721491_n

Mauricio Muñoz
Write a Comment

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.